Cuentico 1 por Carlos E. Mijares Poyer:

"El bachiller Estrada"

En los largos años de existencia de la ciudad de Maturìn, edo. Monagas, Venezuela. El academicismo transcurriò a muchos niveles de presentaciòn en el tiempo. Antes, hace muchos años, no existìan abogados o traductores o redactores en Maturìn, siendo èsta, ciudad capital de un estado; much menos en las zonas cercanas de pueblos calurosos donde los aire acondicionados norteamericanos de los campos petroleros rugìan silenciosamente cuando sòlo te tomabas el tiempo de percibirlos.

Allì, en esa soledad demoladora, en una sociedad del interior inmarscecible por su orgullo patriòtico, lejos de la historia en algunos momentos, vivìa el bachiller Estrada.

Cuando algùn ciudadano necesitaba redactar un papel, una carta, un memo, si es que se le conocìa asì, no habìa abogados, y, en la puerta de una casita muy colonial y muy venezolana, se sentaba un señor, silla contra la pared pintada. Recibìa los encargos, y adentro, en algùn cuartico, yacìa con su tìtulo el bachiller Estrada. Redactaba, asesoraba, corregìa. Nunca se supo si en realidad era bachiller o que estudios tenìa. El sòlo resolvìa aquellos problemas de manuscritos viejos, cartas de amor, poemas tal vez. Con el tiempo llegò la internet a Maturìn, pàginas de filosofìa, adjuntos fantàsticos del nuevo Rolls Royce llegado a Venezuela en el tercer milenio, pornografìa, sensualidad, mucha elucubraciòn, pàginas literarias, comerciales, etc. Maturìn es ahora una ciudad pujante!