Música. La sutil experiencia de Tchaikovski
por(copyright)2008,Carlos E. Mijares Poyer.
Antes, y desde 1988, escuchando y también oteando los contenidos musicales de las fases y procesos psicológicos que cambia y expresan contínua pluralidad, en la obra musical del compositor clásico ruso Pyotor Tchaikovski; transcurren diferentes momentos de incubación en el oyente sobre su arte excepcional. Algunos artistas y escritores inmersos en otros géneros y herramientas artísticas, llevan sus pensamientos a otros niveles de creatividad que, pueden incurrir en las apreciaciones de otras manifestaciones artísticas.
La sinfonía Pathetique (La patética) de Tchaikovsky, alude en las íntimas corduras de la magia del artista, del proceso de creación en su totalidad humanística, a través de las artes comparativas, sus fundamentos teóricos y pedagógicos, etc.
En los instantes de esta sinfonía compuesta poco antes del suicidio del compositor ruso, que padecía una enfermedad mental terrible, y su tendencia emocional sensual que le acompañó, en una época que como todas acogía ciertas manifestaciones con más rapidez.
Estamos claros, que la fruición, la gestión, la proyección estética de Tchaikovski, con su carácter popular en obras cuasi sociales como el ballet Cascanueces "The Nutcracker", una proesía de las festividades navideñas en esencia, y su apego sociológico en argumentación, nos lleva a esa debida caracterización del arraigo estético más dilucidado, especialmente en su concierto para piano, especialmente interpretado por el gran intérprete del teclado clásico, el norteamericano Byron Janis, quien se presentara en Caracas, Venezuela a finales de los setenta, y casi diez años antes en el estado Mérida, en el medio de los Andes venezolanos, donde siempre incluyó ése repertorio ruso acá mencionado. El concierto para piano de Tchaikovski, su relación en ediciones de cd´s y albumes long plays más antigüos, con los conciertos para piano de Grieg, éstos conciertos que recogen la gama y lucidez del compositor, en los contrasted sinfónicos y orquestales, en sus cadencias estrepitosas a veces, como en la sinfonía Patética, de las ediciones más renombradas en el quehacer estelístico de la música toda, así, como en los casos de compositores como Federico Chopin, su apego popular y folklórico en mazurkas y polonesas, etc.
Sin embargo, ése genio mundial, incapaz de ser borrado por tecnología alguna, y más gerencia en estas áreas de ínteres cultural. Tchaikovski mantuvo sus formatos clásicos en estructura orquestal, la formas AABA, etc, como dilucidáran filósofos como Leibniz en sus postulados.
Los finales triunfales de la música orquestal de Tchaikovski, nos llevan a momentos gloriosos, nobles y heróicos tanto publicitados y menos practicados, quizá como es necesaria la creatividad y acción en la creatividad toda, para nutrir cuerpo y alma en el goce de la ciencia, la verdad en la belleza, y los estilos en formas y contenidos.
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